Hace dos años, iba caminando por Alcántara, llegando a Apoquindo con dirección al paradero concentrada viendo si pasaba mi micro...(porque vaya que cuesta que pase) derepente me chocan por la derecha, me asusto y le digo espontáneamente..."pero oye!" para mi impresión este personaje, de baja estatura me responde haciendo gestos con los brazos: "Esta es la dirección..esta."
Claro...la dirección que él me mostraba era la de apoquindo...por donde él iba...con sentido hacia el centro. Y siguió su rumbo, como si nada..pasaron varios segundos antes de que yo le pudiese responder, ya que mi impresión fue grande y dije ¡¡Bueno, pero no eres robot!!
Pues, hasta donde yo se, éramos dos peatones, en una vereda amplia...y, si no me equivoco, dirección obligada para el transeúnte no existe.

Bueno, si algún día lees esto y sientes que esto lo viviste...aunque creo que no te acordarás...siento haber estado pendiente de otra cosa en ese momento más importante que ver a mi derecha por si venía alguien, es que la vereda es tan amplia, jamás se me hubiese ocurrido una colisión.
Siento haberme pasado "el imaginario seda el paso" pero es que en mi mundo peatonal, aquello no existe, excepto por bella amabilidad.
Espero con fervor, tu, pequeño hombre de terno gris....que hayas encontrado tu camino, y no el obligado.
See you there...